
Desde el fuego en las cavernas prehistóricas hasta el alumbrado público en las ciudades inteligentes, la iluminación ha evolucionado de manera constante junto a los avances de la tecnología. Sin embargo, en los últimos años, ha comenzado a cambiar de manera aún más significativa en términos de su diseño y su funcionalidad debido a la creciente conciencia sobre su impacto en el medio ambiente y en la salud de las personas.